Reír para no llorar

El grupo Hijos de Roche, de Rosario, Santa Fé, trae a Buenos Aires una obra escrita y dirigida por Romina Mazzadi Arro

Por debajo de la chirriantes y absurdas situaciones de la obra Insoportable. El termino de un largo día, escrita y dirigida por Romina Mazzadi Arro, hay algo de puerto abandonado, de puente quebrado.Los seres que se debaten en ese campo de batalla, que es una casa de familia, sufren la imposibilidad de abandonar las condiciones que los llevan a convertirse en retratos desfigurados de ellos mismos. Ahí los sueños se perdieron, los proyectos se quebraron, y por consecuencia, todo lo que se intenta tiene prefijado el destino del fracaso.Tal vez sea ese el motivo por el cual la directora Romina Mazzadi Arro elige, acertadamente, la exhuberancia a la sutileza, el tono alto al medio tono, el extremismo a la moderación; es que no hay otra forma de exhibir a una sociedad quebrada, que el de someter todos sus discursos y su idiosincrasia a una lupa deformante, para así obtener su cabal retrato.La pieza tiene la virtud de hilar situaciones en las que puede abarcar problemáticas que van, desde el sin futuro de la juventud, hasta el descarte de una generación, pasando por el resquebrajamiento de una “clase social” a punto de perder tal condición; hay que aclarar que todo lo dicho es expuesto mediante un humor acido, que utiliza en muy buena forma las herramientas del grotesco del mejor cuño.Paula García Jurado, arrasa durante toda la obra con su personalísima expresividad, para luego entregar sobre el final, un momento en que prima las sutilezas; Elisabet Cunsolo construye un personaje inolvidable de ternura e inocencia inquebrantables; Mirna Pecoraro solo por momentos encuentra un costado de rebeldía; Ricardo Arias balancea estupendamente explosiones, silencios y nostalgias, definiendo con claridad la figura de lo que no pudo ser.El tratamiento espacial deja que los objetos (muy bien elegidos, tanto por significado social, como espacial) y la luz definan los distintos ámbitos en donde se desarrolla la obra. El vestuario, deja en claro, el sentido de disfraz que a veces se le otorga a la ropa de diario.Insoportable. El término de un largo día, es una obra que muestra de tal manera la degradación de una clase social, que al espectador no el queda otro remedio que reírse, para no llorar.
Gabriel Peralta
(Crítica Teatral 06-03-09 )

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